No creíais que íbamos a cerrar el año con el claim que menos pone del mundo, ¿cierto?
Os dejo con la mejor idea de estas Navidades, para un cliente que necesita la creatividad como el comer y obra de una agencia que aún en sus momentos menos brillantes, sorprende.
Me gusta porque Iniesta, que siempre ha tenido cara de Tom Hanks en Philadelphia, actúa y lo hace dignamente. Resulta simpático y al final, te tragas el anuncio con gusto y lo puedes ver más de una vez.
No me gusta tanto, porque podría ser infinitamente más gracioso. En mi opinión está mal contado. Hay chistes que podrían valer, como el del afeitado, pero que se pierden por la realización. Incluso el chiste de la caja (para mí, el mejor del anuncio) no termina de funcionar.
Está mucho mejor que todo lo que hemos visto estas navidades, pero...
En mi opinión, la campaña de Navidad de Iberia tiene un mérito: es un cliente gigante y nunca, en ningún lado, vemos un logo a tamaño pantalla, ni un eslogan navideño poco memorable, ni nada bajonero.
Ahora, la idea no está mal, pero siendo honesto también, esperaría más emoción de un anuncio basado en algo que llevábamos esperando tantos años (personalmente, 36).
Al final, me ponen más los trailers de Informe Robinson que este anuncio.
"Un Euro Veinte", el vídeo de Youtube que sólo puedes ver si donas 1,20€ a Unicef.
El insight que tiene detrás es potente: a todos nos encanta ver vídeos en internet. Y si son virales y nos dicen que no podemos verlo, más ganas nos entran.
Yo ya lo he visto. Cuando lo veáis vosotros, comentamos.
Ya sé que los "mentideros" van a poner a parir este anuncio apenas tengan un ratito libre en Facebook, pero la verdad es que está mucho mejor que la media del bloque navideño.
Igual que con Coca Cola, no estamos ante un león de Cannes, pero sí ante una idea que se deja ver y que conecta mejor con la gente que cualquiera de los mil anuncios de colonia que nos están machacando diariamente.
*¿No habrá una mejor forma de vender una colonia que haciendo televisión? Digo, con todo ese presupuesto, ¿no habrá algo más cercano al sentido del olfato para convencer a la gente? Personalmente, nunca he comprado una colonia o un perfume por su publicidad. Ni para mí, ni para un regalo.
Volviendo a El Corte Inglés, la idea me gusta, pero le veo algunos detalles que se podrían haber mejorado. Mucho.
1. La primera chica vive en NY y le pide a su padre una colonia, "porque allí no lo venden". ¿Pero qué colonia usa esa chica para que no lo vendan en la capital del mundo? ¿La de Juteco?
2. El segundo tío está perdido en África y pide una cámara de fotos. Normal. Pero, ¿no se llevó una cuando se fue?
3. El calvo que está en Asia quiere la camiseta de la selección. Y yo me pregunto: ¿es que no has salido de la oficina, macho? Si allí es donde más se vende la camiseta de España. Incluso más que aquí (y más barata).
4. Las voces. Es, probablemente, el anuncio con peor doblaje del año. La realización está bien, pero los actores son horribles. De los años 60. Ni Don Draper aprobaría unas voces así.
De todas formas, digno anuncio de ECI para esas fiestas. Enhorabuena a los responsables.
Ayer las vi en la farmacia y no pude no comprarlas.
Realmente, 1€ no es nada. Y comprar algo útil y ayudar resulta siempre más atractivo.
Las ejecuciones creativas son flojas, pero la estrategia funciona a la perfección. Son pastillas, es Médicos Sin Fronteras, se vende en Farmacias... de lo mejor que he visto últimamente en España para recaudar fondos.
Una idea divertida, muy diferente para la categoría de "aires acondicionados" y con una promoción detrás imposible de ignorar en un centro comercial.
Es verdad que siendo los mismos de Teletransporter, el planteamiento empieza a parecer una fórmula (un invento, con una promo, con anuncios que son demos de cómo usar el invento...). Pero lo mismo pasó con Shackleton al principio y les fue de pelotas.
Al final, más que una fórmula, es publicidad que involucra a la gente y le cambia la vida (aunque sea por unos minutos en la sección de electrodomésticos).
El Martínez es un sitio para conversar tranquilamente de publicidad. Hablar de todo -y no de todos-. Aquí lo que importa es el trabajo.
Por eso, si vas a usar palabrotas, que sean para hablar del trabajo, no de la gente. Si vas a comentar algo, hazlo con agudeza, no con simplona mala leche.