martes, 2 de febrero de 2010

Maradona no existe.

Bueno, existe, pero es un pirómano.

La idea de que incluso Dios puede ver estas vallas (y se enfada cuando dudan de su existencia), no me parece mal. Lo que está fatal, en mi humilde y terrenal opinión, es la resolución.

Nadie -excepto Dios, claro- puede leer ese texto a 120 km/h en la autopista.



Advertising Agency: McCann Erickson, Madrid, Spain
Creative Director: Leandro Raposo
Art Director: Javier Wandosell
Copywriters: Leandro Raposo, Isidro Casanova
Illustrator: Javier Wandosell
Producer: Silvia Gutiérrez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Perdona? Sorry?

¿Comorrlll?

Anónimo dijo...

Por Dios, Raposo y compañía. Es un trucho prototípico de los de peor calaña: el cliente es el amiguete proveedor del negocio, el recurso juega con Dios y la religión y el beneficio es irrelevante ¿A quien coño va dirigido ese anuncio? Al único planificador de medios que pasó ese día por la A6 y que lleva teleobjetivos en los ojos para leer esa frasecita de resolución? ¿No te das cuenta de que aunque raspes un bronce, que lo dudo, algo así sólo sirve para darle mala imagen a tu agencia y su gente??